
Se basa en el antiguo principio Hermético: “como es arriba es
abajo” Y si somos uno con el todo, al mirar el cielo podemos vernos a nosotros
mismos como en un gran espejo, descubriendo nuevas perspectivas de nuestro ser.
La astrología nos habla de energía, de cualidades, de ritmo y de
leyes universales. Es un lenguaje simbólico que da cuenta como lo invisible
ordena lo visible.
Nuestra visión básica, enlazada a nuestra cultura, nos lleva a
considerarnos como seres únicos y separados.
La astrología parte de la base de que todo está unido, que el universo
es una unidad a partir de la cual se van diferenciando y van emergiendo las
distintas partes, entre ellas nosotros mismos.
La práctica astrológica enseña a observar unido lo que aparece
como separado. Una carta natal es un
mapa simbólico de la psique humana individual en el contexto de un desarrollo
universal. Es además un mapa de ruta que nos permite comprender el camino a
recorrer en la vida.
Este enfoque de la astrología ha abandonado el antiguo ejercicio
de la adivinación a favor de la búsqueda, mediante la complementación del
antiguo simbolismo astrológico con la psicología profunda, de los motivos y
comportamientos humanos, de por qué nos creamos la vida que nosotros mismos nos
creamos, y de cómo podemos expresar de manera más creativa lo que llevamos
dentro.